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The premiere of Eterna flotación: los monstruito was covered by all the leading newspapers of Argentina; Página 12, Clarín, La Nación, and Perfil (which no longer exists).

Hoy se estrena Eterna flotación: los monstruito, la ópera que compuso sobre textos de Rodolfo Fogwill, como parte de la temporada del Centro de Experimentación del Teatro Colón. El compositor explica por qué en esta obra juega con el límite del género.
“Es maravilloso establecer una relación que después pueda abandonarse. Es maravilloso trabajar musicalmente con textos para, después, también poder trabajar sin textos”, dice Oscar Edelstein, un compositor a quien siempre tentaron las palabras. “Si bien soy, claramente, un músico, tengo una relación muy estrecha, como lector, con la poesía”, cuenta a Página/12 en el bar del Teatro Margarita Xirgu, mientras en el escenario se ensaya Eterna flotación: Los monstruito, la ópera que compuso sobre textos de Rodolfo Fogwill y que se estrenará en esa sala (Chacabuco 875) hoy a las 17, como parte de la temporada del Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC).
Con nuevas funciones el martes, miércoles, jueves, viernes y sábado próximos, a las 20.30, la obra será dirigida musicalmente por Edgardo Palotta, quien desde 1995 se desempeña como profesor de Instrumentación y Orquestación en la Universidad Nacional de Quilmes y es miembro del proyecto de investigación “Teatro Acústico”, encabezado por Edelstein. La dirección general de la obra es del propio compositor, con escenografía de Norberto Laino, vestuario de Mirta Liñeriro e iluminación de Ricardo Sica.
Con preparación vocal de Andrés Gerszenzon, la obra será interpretada por Juan Peltzer (barítono), Lucas Werenkraut (tenor), Blanca Marisu Pavón (soprano), un cuarteto solista conformado por Salomé Inchaurrondo, María Verdi, Fernanda Inés Carrera y Anahí Fernández Caballero, la actriz Michella Chale y el actor Iván Romanelli, junto a una orquesta integrada por Luis Saltos (armónica), Heldo Fonseca (clarinete), Nelson Bouzigues (corno), Matías Bahillo (trompeta), Gabriel Visa (trombón), Leonardo Minig (violín), Clara Asuaje y Luciano Falcón (cellos), Rosa Nolly y Martín Proscia (saxos), Marcelo Urban (contrabajo), Juan Pablo Montanari (piano), el Ensamble Nacional del Sur, conformado por Pablo Chimenti (guitarra eléctrica), Hernán Kerlleñevich (teclados), Santiago Valiente (bajo eléctrico) y Diego Romero Mascaró (percusión) y un grupo de murga bautizado La Chacota.
“Hay un punto donde la poesía y la música se balancean, donde, para mí, aparecen juntas”, explica Edelstein que, para Eterna flotación: los monstruito trabajó con los poemas “Contra el Cristal de La Pecera de Acuario” y “El antes de los Monstruito”, del libro Lo dado de Fogwill. El trabajo implicó la transformación de esos poemas en un continuo discursivo que funciona como texto dramático. “La relación entre música y texto –continúa– sucede con otra temperatura. Es trabajar con una música sobre otra música y ese exceso me calienta; me motiva. No creo en la austeridad. Tal vez sí en la síntesis pero, de todas maneras, no es lo mío. Desconfío de lo austero y me interesa la sobresaturación. Yo soy un tipo sobresaturado, un sobrecargado, un sobreexcesivo. Y es en ese lugar donde necesitaría llegar a un punto de desprendimiento como una verdad de mi propia naturaleza. Es decir: ojalá pudiera ser sintético.”
Edelstein dio a los poemas una continuidad dramática y afirma que, al leer los poemas después de haber conocido aquello que él agregó, se comprende que eso siempre había estado (aunque sin expresarse) en los textos originales. “En el texto de Fogwill se plantea el discurso poético y su degradación como discurso político”, explica el compositor. “Es la historia de una caída; de la decadencia más absoluta. Hay, por supuesto, una relación evidente con la Argentina, pero su poder es mucho más amplio. Habla de muchos otros lugares y de muchas otras épocas. Por otra parte, en el final introduje un texto de Juan L. Ortiz, El río. Las palabras y la música tienen niveles de representación distintos, que obligan a decir algo más.”
La obra está dividida en dos actos de once momentos cada uno. En el primer acto, “La pecera”, los personajes están, según Edelstein, “desdibujados y en constante flotación bajo una tibia luz azul”. En el segundo acto, “Los monstruito”, se avanza, en sus palabras, “hacia una explicitación cada vez mayor de su discurso profundo mientras los personajes se muestran y desarrollan totalmente”. El compositor explica: “La música utiliza como propio contenido poético a la creación y reinterpretación de estilos y géneros. Partiendo de la idea madre del teatro acústico, se utiliza una nueva materialidad instrumental como dispositivo teórico-imaginario que diseña y expone una arquitectura musical y sonora particular por cada momento o estado escénico”. Esta obra, dice, “toma muchas más cosas de la ópera como género que las que creí en un comienzo. Además de los recursos de transformaciones temáticas, o variaciones, o modos de ir delineando los personajes, toma determinados componentes de la tradición y juega con el límite del género. Me vi obligado, en ese sentido, por el texto de Fogwill, que es tremendamente explosivo. Por eso permite una exploración del género en su explosión. Aquí, la ópera explota”.

MUSICA : MAÑANA SE ESTRENA UNA OBRA BASADA EN POEMAS DEL ESCRITOR FOGWILL
Compuesta por Oscar Edelstein, la ópera "Eterna Flotación: Los monstruito" subirá al Margarita Xirgu.
• MUSICA Y TEXTO. Edelstein y Fogwill tienen una relación creativa. La producción es del CTEC.
Eterna Flotación: Los monstruito, la ópera de Oscar Edelstein sobre textos de Rodolfo Fogwill, subirá mañana a las 17 en el Teatro Margarita Xirgu, en una producción del Centro de Experimentación del Colón. Escrita para 14 instrumentistas y siete cantantes, la ópera de Edelstein no está basada en una pieza dramática o en una narración convencional sino en un pequeño libro de poemas, Lo dado, que Fogwill publicó en 2001. La ópera une en un continuo dramático dos de los tres poemas de ese libro: Contra el cristal de la pecera de Acuario y El antes de los monstruito: Acto para dos voces representadas. La obra recoge y desarrolla el principio teatral de este último poema, donde dos personajes dialogan sobre un fondo de costanera y desechos menemistas.
"Siempre renegué de la representación —explica Fogwill—, tanto en ópera como en cine. Me vería más escribiendo un cuarteto de cuerdas que el guión de una ópera. De todas maneras, cuando Martín Bauer me pidió algún texto para el CETC, pensé en estos poemas y pensé en Edelstein, que ya los había leído. Yo no quise saber nada con cables, jefes, teatro Colón, guita. Edelstein, por su lado, se atuvo al texto rigurosamente, y además es un buen lector de poesía."
La ópera está dividida en dos actos de once "momentos" cada uno. "El trabajo —explica Edelstein— implicó la transformación de esos poemas en un texto dramático. La asignación de las diferentes voces, el planteo de situaciones, la generación de estados y la representación de acciones concretas permitieron desarrollar los personajes de acuerdo con una interpretación libre de sentido y forma, pero respetando palabra por palabra los textos originales. Hay un relato profundo que se va armando en la obra: ¿quiénes son los monstruito? ¿quién es Blanca y por qué se llama Blanca? ¿qué representa en cuarteto solista femenino?, todo eso se manifiesta en una puesta que podríamos llamar inocente."
¿En qué sentido inocente?
En el sentido de que hay criaturas, movimientos, y las cosas avanzan hacia un alto grado de explicitación. Creo que esto está relacionado con lo que ocurre en los poemas, donde el discurso poético termina degradándose en el discurso político; donde la política aparece como forma degradada de lo poético".
La ópera subirá en cinco funciones: hoy, miércoles 20, jueves 21, viernes 22 y sábado 23 (siempre a las 20.30, excepto hoy). La régie es del propio Edelstein y la dirección musical es de Edgardo Palotta. Andrés Gerszenzon es responsable de la preparación vocal y el reparto está integrado por Juan Pelzer (Monstruo I), Lucas Werenkraut (Monstruo II), Marisú Pavón (Blanca), Salomé Inchaurrondo, María Verdi, Fernanda Inés Carrera, Anahí Fernández Caballero (cuarteto), y los actores Iván Romanelli (Gorompo) y Michaela Chale (La Beibi).
Compuesta por Oscar Edelstein, la ópera "Eterna Flotación: Los monstruito" subirá al Margarita Xirgu.
• MUSICA Y TEXTO. Edelstein y Fogwill tienen una relación creativa. La producción es del CTEC.
Eterna Flotación: Los monstruito, la ópera de Oscar Edelstein sobre textos de Rodolfo Fogwill, subirá mañana a las 17 en el Teatro Margarita Xirgu, en una producción del Centro de Experimentación del Colón. Escrita para 14 instrumentistas y siete cantantes, la ópera de Edelstein no está basada en una pieza dramática o en una narración convencional sino en un pequeño libro de poemas, Lo dado, que Fogwill publicó en 2001. La ópera une en un continuo dramático dos de los tres poemas de ese libro: Contra el cristal de la pecera de Acuario y El antes de los monstruito: Acto para dos voces representadas. La obra recoge y desarrolla el principio teatral de este último poema, donde dos personajes dialogan sobre un fondo de costanera y desechos menemistas.
"Siempre renegué de la representación —explica Fogwill—, tanto en ópera como en cine. Me vería más escribiendo un cuarteto de cuerdas que el guión de una ópera. De todas maneras, cuando Martín Bauer me pidió algún texto para el CETC, pensé en estos poemas y pensé en Edelstein, que ya los había leído. Yo no quise saber nada con cables, jefes, teatro Colón, guita. Edelstein, por su lado, se atuvo al texto rigurosamente, y además es un buen lector de poesía."
La ópera está dividida en dos actos de once "momentos" cada uno. "El trabajo —explica Edelstein— implicó la transformación de esos poemas en un texto dramático. La asignación de las diferentes voces, el planteo de situaciones, la generación de estados y la representación de acciones concretas permitieron desarrollar los personajes de acuerdo con una interpretación libre de sentido y forma, pero respetando palabra por palabra los textos originales. Hay un relato profundo que se va armando en la obra: ¿quiénes son los monstruito? ¿quién es Blanca y por qué se llama Blanca? ¿qué representa en cuarteto solista femenino?, todo eso se manifiesta en una puesta que podríamos llamar inocente."
¿En qué sentido inocente?
En el sentido de que hay criaturas, movimientos, y las cosas avanzan hacia un alto grado de explicitación. Creo que esto está relacionado con lo que ocurre en los poemas, donde el discurso poético termina degradándose en el discurso político; donde la política aparece como forma degradada de lo poético".
La ópera subirá en cinco funciones: hoy, miércoles 20, jueves 21, viernes 22 y sábado 23 (siempre a las 20.30, excepto hoy). La régie es del propio Edelstein y la dirección musical es de Edgardo Palotta. Andrés Gerszenzon es responsable de la preparación vocal y el reparto está integrado por Juan Pelzer (Monstruo I), Lucas Werenkraut (Monstruo II), Marisú Pavón (Blanca), Salomé Inchaurrondo, María Verdi, Fernanda Inés Carrera, Anahí Fernández Caballero (cuarteto), y los actores Iván Romanelli (Gorompo) y Michaela Chale (La Beibi).

Se estrenará hoy, en el Xirgu, la obra de Oscar Edelstein
Hoy, a las 17, Oscar Edelstein estrenará su ópera Eterna flotación: Los monstruito , así, con el apóstrofo que disimula el plural ausente y que, en realidad, proviene del título de un poema de Rodolfo Fogwill. El nombre compuesto, con los dos puntos en el medio, es el resultado de la suma de "Contra el cristal de la pecera" y "El antes de los monstruito", dos de los tres poemas que integran el libro Lo dado , de Fogwill. Con la participación de Juan Peltzer, Lucas Werenkraut y Marisú Pavón, en los papeles principales, y con la suma de una orquesta, un ensamble y una murga, dirigidos por Edgardo Palotta, esta obra, que Edelstein no duda en calificarla de "verdadera ópera", sube a escena en el Margarita Xirgu, un teatro más que apropiado para este tipo de experiencias que está utilizando el Centro de Experimentación del Teatro Colón como espacio alternativo.
En la conversación, el compositor insiste en que Eterna flotación es, decididamente, una ópera y no una pieza de teatro acústico, un tipo peculiar de espectáculo escénico como los que él ha venido trabajando desde hace casi una década. Edelstein explica las diferencias: "El teatro acústico es un sistema que vengo utilizando en distintas obras y que consiste, sintéticamente, en una serie de conductas, tomas de conciencia, medidas y estudios que permiten conformar una arquitectura sonora de un ámbito puntual. Pero en Eterna flotación... he respetado los formatos y modos de la ópera tradicional. Hay arias, dúos y canto de conjunto; hay episodios vocales o instrumentales que incluyen fugados y stretti ; los temas circulan y tienen su propia evolución; se plantean desarrollos que contemplan principios de variedad y también hay pasajes hablados o una especie peculiar de recitativo. Pero hay una metaforización y una crítica implícita de esos procesos estilísticos en concordancia con la poesía de Fogwill y el argumento. Obviamente, desde la elaboración inicial del libreto y en cada instante de la composición, aquel sistema del teatro acústico está subyacente y no dejo de pensar en la conformación de un tipo de espacialidad".
REALISMO
Edelstein explica los contenidos textuales de la obra. " Eterna flotación es una ópera que nos involucra a todos y que describe la degradación moral argentina. Con alegorías y también de un modo absolutamente realista y explícito los hechos transcurren en la década menemista. Hay alusiones a políticos concretos y a situaciones muy nuestras que revelan esa caída. Se utiliza como recurso la degradación de la poesía en sí misma para aludir a la ruina progresiva de los discursos políticos que, en definitiva, pueden ser tomados como un emergente de la declinación colectiva".
Yendo a los componentes sonoros, agrega: "Con este libreto, la música popular es imprescindible. La rítmica y la tímbrica, en especial la de la música del Litoral, del cual yo provengo, están muy presentes. Pero como la obra toma distancia metafórica de la realidad, también hay lugar para otras músicas, ajenas a lo estrictamente tangible. Más allá de las voces, se alternan o coinciden una orquesta, de una decena de instrumentos acústicos y tradicionales, una banda de guitarra eléctrica, bajo, batería y teclado programado, y una murga. El lenguaje de Fogwill es muy sólido, muy bien asentado, pero también tiene momentos que abren la posibilidad para instancias más próximas a la improvisación. Aquí es cuando los tres organismos se reúnen para alcanzar otras relaciones tímbricas, dinámicas y expresivas".
Edelstein se siente cómodo en el Margarita Xirgu: "Me encanta este teatro. Para esta obra, es ideal porque vincula a Eterna flotación: Los monstruito con la tradición y, al mismo tiempo, permite plantear, desde adentro, los disensos y la crítica a ciertos procedimientos que se han tornado obsoletos y que requieren una revisión". Y para acercar al público a esta experiencia diferente, concluye: "Es una ópera argentina que habla de la indecencia moral del entorno y esto nos alude. Pero para que no todo quede en el ocaso, la frustración y el dolor, sobre el final, más que nada por un deseo estético, aparece musicalizado «El río», un poema exquisito de Juan L. Ortiz, que nos permite tomar una distancia de esa realidad agobiante a la cual hemos llegado y poner a las cosas en un lugar diferente, artístico, simbólico y poético".
El estreno será hoy y cuenta con la dirección escénica del compositor. Por lo demás, parece muy saludable que, por fuera de los canales más habituales que pueden proveer el cine, el teatro, la literatura o la ensayística, entre otros más, también desde la ópera se pueda tener una aproximación a nuestra realidad. .
"Eterna Flotación: Los monstruito", basada en poemas de Fogwill y producida por el CETC, es una audaz apuesta lírica del compositor Oscar Edelstein.
PRIMER ACTO. Singular situación en la pecera de acuario La rareza de esta ópera de Oscar Edelstein se revela ya desde el punto de partida, que no es un texto teatral sino poético, aún cuando el segundo de los dos poemas empleados en la obra lleve la indicación "Acto para voces representadas". Ambos poemas, Contra el cristal de la pecera de acuario y El antes de los monstruito, forman parte de un pequeño libro de tres poemas de Rodolfo Fogwill, Lo dado. Uno y otro describen universos casi opuestos: la forma refleja y reverberante de la vida en la pecera, por un lado, que avanza como variaciones en pequeña escala; el desamparado paisaje nacional de "los monstruito", por el otro, sainete que tiene su clímax en el alucinado discurso menemista que varios años después de escrito (el poema es de 1988) la campaña "Menem lo hizo" pareció imitar de manera todavía más grotesca. Edelstein ha sabido leer esos mundos opuestos en una progresión y ha establecido una idea escénica y musical fundamental a partir de esa lectura. Las primeras tres líneas del poema —-La tibia luz/azul/titila en la pecera— proporcionan toda la escenografía del primer acto, con sus dos modestos bastidores transparentes. El acto II tiene un dispositivo más irónico, ya que los objetos son directamente sustituidos por carteles, tres en total: "Aquí había una pecera", "Río", "Casilla". En esa precariedad escenográfica la ópera revela una encomiable altanería y una confianza ciega en la sola relación de la música y el texto. La música también esta orientada por la forma del poema: en el primer acto se pliega sobre sí misma, con un continuo relevamiento entre voces y orquesta; la orquesta es un espejo resonante de las voces. La segunda parte está más orientada por la creciente tensión del diálogo, aunque no deberían dejar de señalarse algunas perlas como la "música de aire" que describe la costanera con incomparable precisión. Hay siete cantantes; tres solistas: la soprano Marisú Pavón (Blanca), el barítono Juan Pelzer (Monstruo I) y el tenor Lucas Werenkarut (Monstruo II), más un cuarteto femenino integrado por Salomé Inchaurrondo, María Verdi, Fernanda Inés Carrera y Anahí Fernández Caballero. Casi siempre en el agudo, el coro expresa una situación límite. Lo hace admirablemente; su tesitura es operística, pero sus líneas melódicas conservan cierto folclore abstraído, indirecto. La parte de Blanca es abiertamente lírica. El aria que canta en el acto I con la armónica de Luis Saltos en escena y la respiración entrecortada de la orquesta es antológica. Marisú Pavón brilla de punta a punta. Los varones tienen un rol menos lírico. La actuación de Pelzer impresiona no sólo en el clímax de la murga menemista (con la murga La Chacota) sino en el desarrollo general. Edgardo Poletta dirige admirablemente una aceitada orquesta de quince músicos. |
Monstruos Acuáticos
Pablo Ginera
(Perfil)
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Pablo Ginera
(Perfil)
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“Es un poeta. Puede sintetizar una vida en diez segundos", dice el compositor Oscar Edelstein después de que el escritor Rodolfo Enrique Fogwill condensara en tres oraciones escasas su itinerario musical. "Yo sintetizo y vos te pasaste la mitad de la vida pegado a un sintetizador", responde Fogwill, en alusión a las creaciones de Edelstein en el campo de la música electroacústica. Los dos hablan en el café del Teatro Margarita Xirgu durante una pausa en los ensayos de Eterna flotación: los monstruito, la obra que compusieron para el Centro de Experimentación del Teatro Colón y que se estrena hoy a las 17. El escritor había colaborado hace un tiempo en la pieza Klange, Klange Urutaú, de Edelstein. Esta vez, la excusa fueron los poemas Contra el cristal de la pecera de Acuario y El antes de los monstruito del libro ‘Lo dado’, de Fogwill. Más todavía, podría pensarse que el origen de la obra está en los primeros versos ("La tibia luz/ azul/ titila en la pecera") que abren la interrogación sobre el conocimiento desde el interior del acuario. "La verdad es que esta obra es bastante mozartiana", observa Edelstein. "Tiene dúos, tiene tríos, números de conjunto." Y Fogwill se convierte en el Commendatore y canta "Don Giovanni, a cenar teco m' invitasti".
—No sabía que cantaba. FOGWILL: Estudié canto dos años, pero después perdí el oído. También estudié guitarra y piano, y fracasé porque no podía coordinar. Hace poco me hicieron un test y me dijeron que tengo memoria especial de corto plazo. EDELSTEIN: Voy a agregar algo en su favor. Es el único poeta capaz de recitar incorporando la dimensión tímbrica espacial a su asunto. Lo maravilloso de Lo dado es que oscila entre lugares estructurados y momentos de delirios improvisatorios parecidos al free jazz.
—¿Cómo hicieron para encontrar un desarrollo narrativo en los poemas?
F: El primero es aparentemente minimalista. E: El campo alegórico de ese primer poema se resuelve teatralmente en el segundo. Al ponerlos en relación, aparece el nudo dramático. La alegoría de la pecera se puede leer desde el final, como si el lenguaje inicial se tornara después explícito. Y lo que conecta a los dos poemas es el río, el agua.
—¿Cuál es el núcleo dramático de la obra?
F: La lucha del hombre contra la música de la memoria. E: El conflicto pasa por saber quiénes y cuántos son los que nadan en la pecera, cómo se identifican.
—¿Intervino la literatura en la composición?
F: No, pero él tiene grabada en su carne la música de mi voz leyendo.
—¿"Eterna flotación" es ópera o teatro musical? E: Es una ópera moderna argentina. Tiene una mirada crítica, algún grado de acidez y de reflexión. Obviamente, no es una ópera hecha desde la adhesión religiosa al estilo, pero no tiene nada de paródica. Es seria e inocente. Y, por otro lado, hay una dimensión política, pero el discurso político está tratado como una forma de degradación de lo poético.
—¿Cómo fue el trabajo musical? E: Fue necesario estallar los estilos y géneros. Uno de los desafíos pasó por trabajar con melodías totalmente tonales y buscar novedades en ese tipo de giros. Hay mucha elaboración melódica. Las inclusiones de música popular, por ejemplo, son genuinas. No podría haberlo hecho de otra manera porque, en definitiva, soy un músico popular que estudió. F: Es lo mismo que Tristán e Isolda. Si uno se olvida de que es Wagner, el gran drama del amor y la muerte está armado a partir de una canción irlandesa superpopular.